sábado, 3 de diciembre de 2016

Indicadores demográficos

Conceptos e indicadores demográficos básicos

Componentes demográficos La fecundidad, la mortalidad y la migración son los componentes determinantes del crecimiento demográfico de las poblaciones humanas. Sus modificaciones afectan el volumen, la estructura por edad, las cuales repercuten sobre diversas variables socioeconómicas.

Fecundidad Se entiende por fecundidad la frecuencia de los nacimientos que ocurren en el seno de conjuntos o subconjuntos humanos en edad de procrear (en demografía se estudia preferentemente la fecundidad femenina de las mujeres entre 15 y 49 años de edad). Cuando se consideran los resultados y no la aptitud para procrear se usan los términos fecundidad e infecundidad, respectivamente, según haya existido o no procreación. La tasa global de fecundidad relaciona los nacimientos ocurridos en un año y la población femenina en edad fértil a mediados de ese año. Entre los valores que puede entregar la tasa de fecundidad hay uno de especial relevancia, que se denomina nivel de reemplazo que es aquel que se alcanza cuando la tasa global de fecundidad tiene el valor de 2,1 hijas y/o hijos promedio por mujer, el que asegura el reemplazo generacional de una madre que concluyó su periodo fértil por una hija. En el análisis demográfico también se utilizan otras categorías estrechamente vinculadas con la fecundidad y que en ocasiones se confunden, como la natalidad y la fertilidad. Con el término natalidad se hace referencia a la “producción” de nacimientos en el conjunto de una población. A su vez, la tasa bruta de natalidad expresa la frecuencia de los nacimientos vivos ocurridos en una población en un periodo de tiempo. En tanto, fertilidad se refiere a la capacidad física de las parejas para reproducirse (para crear un/a hijo/a vivo).

Mortalidad La mortalidad es el segundo componente demográfico básico. Se define como el número de defunciones ocurridas en una población, área geográfica y periodo determinado. Designa un número proporcional de muertes en una población y tiempo determinado. La tasa bruta de mortalidad es la frecuencia con que ocurren las defunciones en un periodo de tiempo determinado, por cada mil habitantes. Dada la importancia histórica que ha tenido la mortalidad de los menores, se suele utilizar como indicador sociodemográfico a la tasa de mortalidad infantil, entendida como la probabilidad que tiene un recién nacido de morir antes de cumplir un año de vida. En la práctica, se define como el cuociente entre las defunciones de menores de un año ocurridas durante un año calendario y los nacimientos ocurridos en el mismo período. Otro indicador ampliamente utilizado es la esperanza de vida al nacer, la cual representa el número de años que viviría en promedio cada recién nacido de una cohorte1 hipotética sometida durante su vida a las tasas de mortalidad por edades del periodo en estudio. La llamada transición epidemiológica expresa los cambios que se han dado a través del tiempo en la estructura de las defunciones por sexo y edad y en las causas de muerte en un país. El proceso de transición epidemiológica se manifiesta a través de la disminución porcentual de las muertes infecciosas, parasitarias y del aparato respiratorio (enfermedades transmisibles) y de las muertes perinatales. En cambio, surge la preponderancia porcentual de las muertes por enfermedades crónicas, degenerativas (tumores, cardiovasculares) y también de las causas externas, primordialmente a los adultos y, en especial a los adultos mayores. 

Migración Es un movimiento de población que cruza un límite geográfico definido, implicando un cambio de residencia habitual. Habrá migración internacional en la medida en que este límite geográfico sea entre países o migración interna en la medida en que el límite cruzado sea al interior de un mismo país. Por ejemplo, el movimiento o cambio residencial entre regiones del país se asocia a la migración regional (interna). A su vez, se pueden distinguir distintos tipos de migración interna, como la interurbana, intraurbana, rural-urbana, etc. A partir de las modificaciones que con el tiempo se registran en estos tres componentes demográficos básicos (fecundidad, mortalidad y migración), surgen las diferentes dinámicas demográficas que transforman las características de la población. A continuación se hará referencia a algunos de estos fenómenos.

Conjunto de individuos de una población que comparten la experiencia, dentro de un determinado periodo temporal, de un mismo suceso. Por ejemplo, la cohorte de personas nacidas en el año 2008 corresponde a todas las personas nacidas durante ese año. 

Crecimiento total de la población Es el cociente entre el incremento medio anual total (nacimientos menos defunciones más inmigrantes y menos emigrantes) ocurrido durante un periodo determinado y la población media del mismo periodo. Puede definirse también como la suma algebraica de la tasa de crecimiento natural y la tasa de migración neta de la población.

Crecimiento Natural Crecimiento Natural El crecimiento natural es el superávit (o déficit) de nacimientos en comparación con las muertes dentro de una población en un periodo determinado. El crecimiento natural representa al crecimiento de la población sin considerar el componente migratorio, el cual suele revestir una importancia menor.

Migración neta Migración neta La diferencia entre población inmigrante (los que llegan) y población emigrante (los que se van) de un mismo territorio, se denomina migración neta o saldo migratorio neto. Se mide a través de la tasa de migración neta, que expresa el ritmo de incremento neto promedio de la población migrante (internacional e interna) en un cierto periodo para un territorio determinado, y se estima dividiendo la migración neta por la población total del territorio a mitad de dicho periodo. Tasa de crecimiento total de la población: El crecimiento de la población se expresa en la tasa de crecimiento, esto es, el aumento de la  población de un país durante un año o periodo determinado. La tasa de crecimiento se calcula sumando el crecimiento natural (nacimientos – muertes), con el saldo migratorio neto (inmigración – emigración). 

Transición demográfica Transición demográfica Se refiere a los cambios que experimentan las poblaciones desde niveles altos a bajos de mortalidad y fecundidad, y cuya consecuencia más inmediata es el cambio en la estructura por edad de la población, que influye en la  disminución del porcentaje de población joven y el aumento de la concentración porcentual en las edades más avanzadas, que ocurre en un plazo mayor. Uno de los indicadores que muestran estas variaciones es el Índice de adultos mayores, que es el cociente entre la población de 60 años o más, y la población de menores de 15 años y expresa el número de adultos mayores por cada 100 menores de 15. El proceso general de la transición demográfica tiene consecuencias sobre una serie de variables sociodemográficas, especialmente porque modifica la composición por grupos de edad de la población; es decir, modifica la estructura de la población, que además de incluir a los grupos de edad considera la distribución de la población entre los sexos. Esta estructura de población suele representarse a través de la pirámide de población, que muestra gráficamente la composición de una población por edad y sexo para un momento determinado de tiempo. 

Indice de dependencia demográfica Expresa el número de personas en edades “dependientes” por cada cien personas en edades económicamente activas. El índice de dependencia demográfica se calcula a partir de la adición de la población menor de 15 años y los adultos mayores (“potenciales dependientes”), dividida por la población de 15-59 años, por cien personas. Las variaciones en este índice muestran la proporción entre las personas productivas y sus “cargas” económicas, lo cual es un importante factor económico. En relación a este indicador es que se habla del Bono demográfico, el cual expresa el incremento que se observa en la población en edades laborales y la disminución de las personas dependientes. Hoy existe más población en edad productiva que “dependiente” –aquella menor de 14 años o mayor de 60–, lo que constituye el llamado “bono demográfico”.  La importancia de esta cifra radica en que permite contextualizar las políticas de previsión y protección social, tanto en el momento actual como en las proyecciones que se estiman. La demografía, para la realización de estimaciones de fenómenos y tendencias, realiza la proyección de población que es una predicción del tamaño y características por sexo y edad de la población, de acuerdo al crecimiento o disminución de los habitantes registrados en censos anteriores. Las estimaciones se obtienen de cifras aproximadas del número de personas que vivirán en Chile en cualquier momento posterior al censo, hasta el año 2050. De este modo, la articulación de las proyecciones de población con fenómenos como el índice de dependencia entrega datos importantes para el diseño de políticas y acciones tendientes, por ejemplo, a modificar el sistema de pensiones. 

El Índice de Urbanización corresponde al porcentaje de la población regional que reside en el área urbana. Permite establecer una distinción clara respecto de la población rural y urbana por regiones. Otro índice conocido como  el Índice de masculinidad,  se refiere al número de hombres por cada cien mujeres en una determinada zona geográfica. Permite distinguir las variaciones entre la población de ambos sexos que han ocurrido por consecuencia de diversas situaciones, como por ejemplo: la migración de hombres por falta de fuentes de trabajo. 

Densidad de la población Densidad de la población Indica la población que habita en una zona por unidad de superficie territorial de dicha zona. Permite distinguir cuales son las zonas donde existe un número de personas muy elevado o muy reducido,  respecto al territorio que habita. Suele calcularse como número de personas con m² o número de personas por km². 

No hay comentarios:

Publicar un comentario